Huecoldas pero minas y además con suerte…Si estuviésemos en una película gringa seguro que seriamos las chicas más populares de la escuela y saldríamos con el capitán del equipo de fútbol. Somos un par de huecas y está bien porque nos damos cuenta de lo Light que somos y nos reímos. Con toda liviandad partí con mi mejor amigui a mi ciudad favorita del mundo (de hecho desde los años en los que me creía la reencarnación de la reina Maria Antonieta).
Nos juntamos el viernes en un hostal finito, donde uno de los recepcionistas era el clon de Andrés Baile y nos adoró con devoción desde el minuto en que le dije que se estaba yendo a Pelequén. Seguro que Andrés Baile era hijo de exiliados chilenos en Francia o algo así, porque bastó esa frase para que nos tratara mal mal, pero mal the real, onda tirándonos las llaves por la cabeza, no nos miraba cuando le hablábamos e incluso osó en quitarle un paquete de papas fritas a la Daniela de las manos, y en eso mi amiga es como el Copo, porque la comida no la transa…
Paris lindo, lindo pero caro caro. Todo igual de rico, los crepes con nutella en la calle son igual de exquisitos y los negritos hincha pelotas, tan hincha pelotas como siempre….y ante tanto paisaje conocido, considerando que las dos íbamos por tercera vez a la ciudad del amour, y después de haber visitado 500 veces todos los lugares importantes (dijo la quebrá), decidimos que era justo y necesario ver algo nuevo…
Primer domingo del mes, todos los museos y monumentos de Paris gratis para el publico, el par de periodistas de 26 años se despertó al alba (de echo partimos cuando nuestras roommates se estaban acostando) y partió el viaje. Sabíamos que íbamos a tener que hacer colas todo el día, obvio, pero las colas no eran para ver cosas históricas, nooo si no que para ver al ratón Mickey…a Euro Disney los pasajes! Huecoldas el parcito, nos reíamos a gritos (la risa de la Dani está re piola) pero fuimos tan felices!!!
Nos equivocamos de metro, pero encontramos a una familia alemana a quienes psicopateamos hasta la hora de almuerzo. El diluvio universal cayo sobre nosotras (estoy con una bronquitis casi tan atroz como las de mis peores años de fumadora) pero valió la pena!. Que mona lisa si podemos tener Space Mountain, y que torre Eiffel si tenemos a su miniatura en It’s a Small small World. Además con esta visita terminé de conocer todos los Disney del mundo…(bum bum)
El resto del viaje in.cre.i.ble. Nada que decir, de echo prometimos volver con los respectivos el verano europeo siguiente a nuestro cumple 50, ocasión en la que vamos a alojar en el Ritz Carlton, (así que socio, la plata la va juntando desde ya, mire que van quedando sólo 24 años!)
Me di cuenta de además de hablar español, inglés chantaliano y alemanglish le hago el francés, y llegamos a la conclusión de que el Publico objetivo está definitivamente en Paris. Coshiqui encontró a innumerables especimenes sin gelina, sin zapatos y sin cadenetas dores ni pelos en pesho, así que no paró de hacer eye contact, (yo le daba fuerzas desde mi asiento). Die Kirsh auf der Torte sería que además pude practicar mi alemán con un par de chiquillos teutones que viajaban por el sector, y así comprobar que pese a que la opinión pública afirme que esto ha sido mucho viaje y poco alemán, mi intelecto avanzado para los idiomas y mi necesidad comunicativa lo logró (algo).
Pidieron fotos, ahí van. Su escribanta luce un estilizador modelito northface….miiiiiinaaaaaa, pero guarden con las zapatillas, que by the way fueron criticadas por madre, que al parecer olvidó que cuando era chica me compraba el mismo modelo (pero sin vaquita) porque eran las únicas donde cabían las plantillas nefastas que me obligaban ocupar por mis 500 males ortopédicos.
